Día 6: Guimaraes
Amanece muy nublado y con aspecto lluvioso por lo que cambiamos de planes y en lugar de ir a la Serra de Peneda Gêres bajamos de nuevo hacia el sur y concretamente a Guimaraes, ciudad medieval declarada Patrimonio Mundial por la Unesco.
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Guimaraes |
Sobre las doce de la mañana llegamos a través de carreteras secundarias, evitando el peaje y disfrutando del paisaje verde y de los pueblitos que cruzamos con sus hórreos típicos y sus granjas llenas de animales. Guimaraes es un entramado medieval de calles con suelo adoquinado, que conducen hacia la parte alta del pueblo donde está ubicado el Paço dos Duques de Bragança. A su paso terrazas con gente tomando vino y comiendo así como las tradicionales pastelarias que ofrecen dulces típicos de Guimaraes como el tocino de cielo y dulces conventuales a base de ovos.
Para variar un poco el menú comemos en un restaurante vegetariano llamado Cor de Tangerina donde nos sorprende sus platos para bien. Enfrente tenemos el Paço dos Duques de Bragança que acoge en su interior un mercadillo medieval con puestos de comida (mayoritariamente dulces) y juegos tradicionales de madera, zancos, cuerdas... Un poco más arriba el Castelo al que se puede entrar sin pagar y darte una vuelta por sus torres y almenas.
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Paço dos Duques de Bragança |
Detrás del castillo hay un parking al que trasladamos la furgoneta con intención de quedarnos a dormir pero no se puede estacionar de nueve de la noche a siete de la mañana. Se pone a llover muy fuerte y como tenemos que mover de allí la furgo aprovechamos el mal tiempo para viajar y conducimos hasta Coimbra, durmiendo en el camping que está a las afueras de la ciudad entre césped y parcelas de eucaliptos que le dan un olor muy especial.
Día 7: Coimbra
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Coimbra |
Al otro lado del camping hay un supermercado Pingo adonde acudimos para desayunar en uno de los últimos días que nos quedan. A continuación nos dirigimos hacia la Plaça de la República y aparcamos la furgoneta al lado del parque de Santa Cruz en una calle adoquinada entre casas burguesas del siglo XIX, la mayoría de ellas deterioradas, otras abandonadas y algunas, las menos, en proceso de rehabilitación. Desde allí vemos las escaleras que suben a la plaza Don Dinis y como nos asustan un poco decidimos rodearlas y bajar hacia el mercado donde hay un elevador que cuesta 1,60 € por persona. Nos aventuramos entonces entre callejuelas que nos llevan al barrio de los estudiantes de calles empinadas y pintados muros en casas muy deterioradas. Vemos una República (casa de estudiantes) que parece una casa ocupa y tiene como decoración diversos objetos colgados de sus balcones. Al lado de ella el museo nacional Machado de Castro que tiene un patio con unas vistas del río y de Coimbra muy curiosas.
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Universidad de Coimbra |
Al otro lado de la calle la Sé Nova y desde aquí llegamos a la plaza Don Dinis con su monumental estatua, para entrar a continuación por la Porta Férrea en el patio de la universidad que es impresionante, con unas vistas preciosas del río. Desde aquí vemos un parque al otro lado del río con un parking para autocaravanas. Seguimos nuestro paseo descendiendo hasta la Sé Velha, catedral que parece una fortificación por su fachada almenada aunque de estilo románico. Continuamos bajando hasta la puerta Almedina o puerta morisca de la ciudad, a través de la Rua Quebra Costas (calle rompecrismas) entre tascas que te ponen Ginja en vasito de chocolate, tiendas para turistas, una casa de Fado y restaurantes... desembocando en el barrio llamado Baixa. Nos acercamos a la Praça do Comercio y buscamos entre callejuelas el restaurante
Adega Paço dos Condes, una taberna tradicional barata, con multitud de platos de excelente calidad, pescados y carnes a la parrilla, y dulces típicos como el molotov y la baba de camelo.
Regresamos sobre nuestros pasos para recoger la furgoneta y dirigirnos con ella al parking de autocaravanas al otro lado del río Mondego; al llegar descubrimos allí un museo interactivo de ciencia para niños llamado Exploratio. Álvaro yo pasamos allí un par de horas antes de cerrar y volver a la furgo para descansar y cenar.
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Desde el parking de autocaravanas |
Día 8: Coimbra - Ladoeiro
Amanece con un sol estupendo que se mantiene mientras deyunamos junto al convento de Santa Clara. Pasamos delante de la exposición Portugal Pequenitos pero no entramos porque nos apetece más callejear otro poco por Coimbra antes de comer e iniciar el regreso a España pasando antes por el pueblo de una amiga, cerca de Castelo Branco, donde pasamos la tarde con su familia y al día siguiente rumbo a Madrid. La última imagen que tengo en la retina de Coimbra es está foto que os dejo a continuación:
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Coimbra y el río Mondego |