domingo, 6 de enero de 2019

Alpes franceses (V)

Día 18: Bessans - Aussois
Nos acercamos a la plaza del pueblo de Bessans a tomar un café y nos encontramos con una carrera que desde las montañas atraviesa el pueblo. En esta plaza hay un puesto para repostar, tomar bebidas, fruta y algún alimento. Disfrutamos de la carrera y de nuestro café al sol de la mañana envueltos en el ambiente de la competición y de los corredores que por allí transitan con sus familiares y amigos, además de descubrir el famoso diablo de Bessans que preside la fuente del pueblo, situada también en esta plaza.
Diablo de Bessans
La devoción por este diablo se originó en 1857 por unas rencillas entre el cura del pueblo y su sacristán llamado Étienne. Parece ser que este último era aficionado a hacer tallas de santos y para vengarse del cura hizo una talla del diablo y la puso en la ventana del cura. Este la devolvió apresuradamente a la ventana del sacristán y así comenzó un ir y venir de la talla del diablo, de la casa del cura a la del sacristán, hasta que un viajero decidió comprársela a Étienne, comenzando así la devoción del diablo y el negocio de la venta de tallas de dicho diablo.
Aussois
Nos ponemos de nuevo en marcha siguiendo la carretera que discurre por el valle de Haute Maurienne atravesando una serie de pueblos dedicados al turismo y desde los que acceder a bellas excursiones y refugios. A la salida de Termignon llegaremos a las fortificaciones de L´Esseillon que se escalonan en la ladera opuesta del río Arc separadas de la ribera en la que nos encontramos por una profunda garganta, la cual puede cruzarse por el impresionante Puente del Diablo, 45 metros de pasarela de madera suspendidos a 90 metros sobre las aguas del Arc. Desde aquí puede accederse a la ciudadela y a las fortificaciones o también pueden visitarse desde el pueblo de Aussois. Junto al Puente del Diablo hay un parque de aventuras en los árboles y una de sus tirolinas atraviesa también dicha garganta.
Abandonamos la carretera principal para subir hacia Aussois y comer allí. Pasamos la tarde en este bello pueblo de montaña. con una pequeña calle peatonal donde se agrupan las tiendas y los bares.

Día 19: Aussois
La tarde de ayer estuvo marcada por la lluvia y la niebla sobre Aussois. Hoy nos levantamos con el mismo plan así que damos una vuelta por el pueblo, hacemos algunas compras y comemos en una creperie.
Aussois
Por la tarde nos acercamos a la piscina cubierta del pueblo que tiene una zona tipo spa con chorros y piscina de agua caliente, no es gran cosa pero pasamos allí un par de horas y a Álvaro le encanta. Cuando volvemos a la furgoneta nos encontramos con una demostración o master class de BMX, una serie de chavales que se tiran pos unas laderas de hierba en el parque, que cuando está nevado utilizan para tirarse en trineo. Al final hay una exhibición de los profesores que estuvo muy emocionante. Nuestras vacaciones ya están llegando a su fin y hay que pensar en volver.


Día 20: Aussois - Madrid
Comenzamos nuestro viaje de vuelta que en principio pensábamos hacer en dos etapas. Nuestra intención era atravesar los Pirineos franceses para dormir allí y evitar así la costa brava que para dormir es más calurosa y suele haber más gente, con lo cual más problemas para buscar sitio para dormir. Al llegar al punto en el que tendríamos que desviarnos para Pirineos se desencadenó una tormenta con bastante mala pinta, lo cual nos hizo cambiar de planes y tras parar para cenar decidimos continuar viaje hasta casa, una paliza de carretera ya que llegamos a Tres Cantos a las cuatro de la madrugada.

Aussois. Iniciando el regreso

sábado, 5 de enero de 2019

Alpes franceses (IV)

Día 14: Bourg-St-Maurice - Rosuel (Pesey - Nancroix)
Después de desayunar en el Cormet viendo pasar los descapotables que transitan por estas carreteras de los Alpes y de preguntarnos hacia donde irán, ponemos rumbo a Bourg-St-Maurice, pueblo grande con una calle peatonal llena de tiendas y restaurantes, lo que compone el casco histórico, junto a una zona de grandes supermercados donde hacer la compra para otro par de días. Una vez que hemos llenado la nevera y la despensa nos dirigimos hacia Pesey-Nancroix, nuestra siguiente zona de caminata.
Cascada en Rosuel
Pasamos por varios pueblos con estaciones de esquí pero no nos convencen los lugares para aparcar así que seguimos la carretera hasta el final y llegamos a un lugar precioso llamado Rosuel, un parking amplio desde donde comenzar las rutas con baños, zona de picnic y para lavar los platos junto a un refugio de montaña, todo esto bajo un circo espectacular con cascada incluida.

Día 15: Rosuel - Lac de la Plagne
Nos levantamos con ganas de ruta y como lo tenemos fácil salimos desde el parking de Rosuel y comenzamos a subir por detrás del refugio, vemos el salto de agua al otro lado y seguimos subiendo hasta llegar a una zona de rocas más o menos llana con un río que lo atraviesa.
Lac de la Plagne
A continuación volvemos a subir algo menos para llegar al lago alpino de montaña en medio de un circo precioso. Bordeamos el lago, nos comemos nuestros bocadillos, pasamos por el refugio de montañas y seguimos bordeando el lago para iniciar el regreso a la furgoneta por el otro margen del río.
Llegamos a la fugo algo cansados y después de unas cerveceras y unas duchas damos un breve paseo hasta la vía ferrita pero antes de llegar oímos música en el pueblo y nos dirigimos hacia allí para descubrir la Creperie Chez Felix, donde hay un concierto de guitarra, acordeón y voz. Nos tomamos unas cervezas y un creo mientras escuchamos el concierto, un buen final para un largo y hermoso día.

Día 16: Col de L´Iseran
Regresamos a Bourg-St-Maurice para comprar en un Super U y estar listas para afrontar otros dos días de montaña. Conducimos entre curvas hasta llegar a Val d´Isere , un pueblo hotelero dedicado íntegramente a sus estaciones de esquí, incluso hay una con nieve todo el año y funcionan todos los remontes. No nos gusta mucho el pueblo para asentarnos,  así que decidimos seguir hacia el Col De
Col De L´Iseran
L´Iseran por una carretera vertiginosa entre pistas de esquí, picos y glaciares. Unas cuantas curvas de vértigo sobre una carretera sin quitamiedos hasta llegar a los 2700 metros en el Col, donde nos encontramos con unas vistas impresionantes de las montañas y de los glaciares. Nuestra intención era pasar aquí la noche pero el tiempo es demasiado frío por lo que después de comer y de un breve paseo disfrutando de las vistas nos montamos en la furgoneta y comenzamos a bajar hacia Bonneval. Poco antes de llegar descubrimos un lugar para aparcar al lado del río, una pequeña explanada de hierba en la que hay una furgoneta que nada más llegar nosotros decide marcharse, por lo que nos quedamos solos a pasar la noche.
Estamos en La Lenta y comienza a llover y la tarde se convierte en un merecido descanso tocando los instrumentos, jugando al rumí y leyendo mientras disfrutamos con un poco de miedo de la tormenta que está cayendo.
Bajada hacia La Lenta

Día 17: Ruta Les Roches - Bonneval Sur Arc - Bessans
Iniciamos la ruta de hoy desde La Lenta y nos dirigimos por un sendero que comienza detrás de donde hemos aparcado y se dirige hacia un lugar llamado Les Roches.
Bonneval sur Arc desde Les Roches
Una caminata de una hora y media por la falda de la montaña, que a medida que va ganando en altura vamos descubriendo en la parte de abajo el pueblo de Bonneval. El sendero comienza entre flores para cruzar un par de riachuelos procedentes de los glaciares de los picos, apenas hay ya sendero y un precipicio al otro lado que produce vértigo. Llegamos por fin a Les Roches, unos picos con unos severos donde viven unas ovejas y una marmota que chilla asustada de un águila o buitre. Y ya de vuelta nos espera una barbacoa junto al río, duchas, siesta y visita a Bonneval Sur Arc. Muy recomendable darse un paseo por este pueblecito de montaña, con casitas de piedra, tiendas de productos locales, hoteles y casas para alquilar junto a bares con encanto donde comer o tomarse un te. Compramos un pannetone para desayunar al día siguiente y comienza la búsqueda de un lugar donde aparcar y dormir. Llegamos por fin a Bessans donde nos quedamos en un parking muy tranquilo a la entrada del pueblo, lo que nos permite cenar allí unas pizzas y unos gnochis buenísimos en un restaurante.