martes, 29 de agosto de 2017

Huelva y Algarve

Hacía tiempo que queríamos ir al Algarve así que la pasada semana santa por fin nos decidimos aunque antes de llegar hicimos una breve parada por la sierra de Huelva así como por algunas de sus playas que tampoco conocíamos.

Día 1: Madrid - Aracena
Llegamos a Aracena de noche así que tras dar un paseo por el pueblo y tomar algo de cena nos pusimos a buscar un lugar para dormir. Aparcamos en un parking situado enfrente de la estación de autobuses y que pertenece a un centro de salud, lugar tranquilo y sin ruidos así que dormimos estupendamente.

Día 2: Aracena - Rio Tinto - Huelva
Desayuno en el bar de la estación de autobuses, chocolate y churros buenísimos y mollete de jamón.
Rio Tinto
Visitamos el castillos y las estupendas vistas que hay desde lo alto e incluso desde aquí vemos el área de caravanas que está enfrente de la Gruta de las Maravillas. Ponemos rumbo a Rio Tinto y concretamente al barrio inglés de Bellavista, que en su día albergó a los trabajadores ingleses de la mina. Una vez que entras en el barrio hay que dirigirse hacia la derecha y aparcar, aquí comienza un sendero que te lleva en pocos minutos hasta una mina o cortá, vistas espectaculares con los colores tan distintos de las rocas que van del rojo al amarillo pasando por el blanco y un poco de verde. Continuamos bajando por un camino a la izquierda del sendero y llegamos hasta una valla que nos impide el acceso justo en el mirador que si sitúa encima de la cortá, un techito o toldo desde el que se domina todo el agujero de la cortá. Abajo el agua es roja debido al hierro e incluso podemos ver una antigua máquina o vagón de ferrocarril abandonado y derruido.

Rio Tinto
Volviendo sobre nuestros pasos visitamos el barrio inglés con casas blancas coloniales muy bonitas; aquí esta la casa 21 que puedes visitar aunque sólo por fuera ya merece la pena, es preciosa y recuerda la casa de Memorias de Africa y su porche que da un pequeño jardín con plantas donde sentarse.
Comemos en el pueblo de Río Tinto en un lugar que hacen comidas casera se llama Tiago y está a la entrada del pueblo a mano izquierda, es un pequeño local donde te hacen la comida en el momento, filetes, pescados a la plancha, bocadillos, hamburguesas y postres, todo casero y muy barato, eso si te lo tienes que llevar y comer en la furgoneta. Después de una siesta reponedora nos acercamos a Puerta de Hierro en Gosand y accedemos por un camino de tierra malísimo para darnos cuenta al llegar que hay otro lugar desde el que acceder desde la carretera y el pueblo de Nerva. Paseo por la mina abandonada y por el río observando los colores tan fascinantes del agua.
Isla Antilla
Terminamos el día en Huelva, con un pasito por el centro donde nos encontramos con procesiones, capirotes, el paso, los penitentes, olor a incienso, cervezas, ensalada de gambas, pescaíto y a dormir en el Portil.

Día 3: El Portil - El Rompido - Isla Antilla - Punta Umbría
Paseo mañanero por la playa de El Portil para conducir después hasta El Rompido adonde llegamos a la hora del aperitivo así que mientras Álvaro juega en la playa nosotros nos tomamos unas cervecitas para seguir luego con unas raciones típicas de la zona. Por la tarde llegamos a Isla Antilla para dar un paseo por la playa hasta llegar a la parte antigua del pueblo de pescadores con sus casas de colores y las barquitas con los aperos de la pesca.

Castro Marim
Día 4: Ayamonte - Isla Canela - Castro Marim
Llegamos a Ayamonte a la hora d ela comida, aparcamos al lado del río Guadiana y damos un breve paseo por la zona peatonal buscando un lugar para comer. Nos apetece siesta en la playa por lo que nos desplazamos hasta Isla Canela, complejo turístico junto a una enorme playa donde aparcamos sin dificultades para descansar. Paseo por la arena y café en ele chiringuito La Cabra antes de poner rumbo a Portugal. Llegamos a Castro Marim sobre las siete de la tarde ganando una hora al reloj ya que en Portugal es una hora menos que en España, lo cual nos permite dar un paseo por el desértico Castro Marim mientras observamos la puesta de sol desde su fortaleza. Para dormir lo hacemos en el área de caravanas que hay al lado del supermercado con vista al castillo iluminado por la noche.

Día 5: Tavira - Playa Barriles - Faro - Carvoeiro
Carvoeiro
Cuando estamos en Portugal nos gusta desayunar en el Pingo Doce por lo barato y porque su bollería es espectacular además de aprovechar para comprar lo que necesitamos para el día. Hacemos una primera parada en Cacela Velha, diminuto pueblo encantador de casitas blancas encaramadas en la montaña y sobre una playa enorme. Siguiente parada en Tavira donde tras un breve paseo por el casco histórico en el que hacemos algunas compras nos acercamos a comer a un restaurante portugués recomendado en nuestra guía; la comida está deliciosa (bacalao con nata y porco a la portuguesa) por no hablar de los postres como la baba de camello que te quita el hipo y te deja casi a reventar y por tan solo 30€ los tres con los cafés y las bebidas incluidas. Subida al castillo para bajar la comida con paseo por el pueblo para dirigirnos después a Ilha Tavira y visitar concretamente Praia Barriles (no cogemos el trenecito que nos lleva sino que vamos andando ya que es un trayecto muy corto) donde lo más curioso es su cementerio de anclas y la playa de arena tan blanca con un agua tan verdosa que no pudimos resistir la tentación de bañarnos a pesar del agua helada. En el complejo de bares y restaurantes de la playa hay también aseos con duchas de pago por si lo necesitas.
Para la cena decidimos ir a Faro donde nos encontramos con su casco histórico sin apenas gente, sólo turistas ingleses y algunos españoles cenando en sus restaurantes. Elegimos uno de pescado y no nos defrauda ni la lubina ni el pez espada a la parrilla. Como no nos gusta mucho Faro para dormir conducimos hasta Carvoeiro y aparcamos la furgo en Algar Seco donde dormimos estupendamente.

Día 6: Carvoeiro - Salema
Acantilados
Desde Algar Seco bajamos andando al pueblo que está a unos minutos a pie y vamos descubriendo un entorno maravilloso con acantilados junto a un pueblo convertido en un paquete turístico para ingleses y americanos, con restaurantes de comida rápida y tiendas de bañadores, ropa de playa, bolsitas y recuerdos típicos. Cogemos una excursión en lancha para ver la costa  y durante una hora y media aproximadamente disfrutamos de un paisaje impresionante que no me esperaba, calas solitarias a las que sólo se accede en barco, nadando o en kayac junto a cuevas formadas por la erosión del mar. Vamos hasta Praia Marinha habiendo pasado por Praia Carvalho o Benagil con sus impresionantes cuevas para volver sin detenernos a Carvoeiro con la mirada puesta en la costa que acabamos de ver más de cerca. Excursión muy recomendable para disfrutar de los acantilados del Algarve.
Salema
Por la tarde pasamos de largo Portimao y Lagos ya que nos apetece más un pueblo pequeño sin tantas aglomeraciones turísticas y de este modo llegamos a Salema, pueblecito pesquero con un par de calles donde están los bares y restaurantes. Damos un paseo antes de cenar y vuelta a la furgoneta que la tenemos aparcada en el mismo pueblo muy cerca de la playa.

Día 7: Salema - Lagos - Alvor
Mientras Álvaro y Raúl duermen me voy a tomar un café y a dar un paseo por la playa. Me encuentro unas escaleras de madera que suben por el acantilado hasta un punto desde el cual las vistas sobre la playa y el pueblo son tan bonitas que merecen una foto. Vuelvo a mi casita rodante para desayunar y después de otro paseo por la playa hasta donde comienzan las rocas y nos impiden el paso decidimos ir a Sagres pero al llegar allí hay tanta gente para entrar a la fortaleza que echamos un vistazo desde la furgoneta al paisaje y al cabo de San Vicente para regresar a comer a Lagos.
En Lagos buscamos un restaurante de comida portuguesa recomendado en la guía y lo encontramos, A forja es el típico local de comida casera donde compartes mesa y donde el pescado a la brasa está buenísimo sin hablar de los postres. Después de comer damos un paseo por la abarrotada Lagos, tanto de gente como de bares y tiendas, excursiones... que no quiero pensar lo que será esto en verano y como hace calor nos vamos a Praia Camilo a bañarnos, espectacular cala a reventar de gente aunque hay una parte vacía donde no da el sol y allí ponemos nuestras cosas para bañarnos en el agua helada que te refresca y te reconforta el alma. Para terminar el día vamos a Alvor un pueblecito que está al lado de Portimao para descansar, tocar el violín y leer un rato antes de la cena. Aparcamos en un parking al lado del área de autocaravanas que está abarrotada y damos un paseo por la playa sin gente pero cuando vamos al pueblo a cenar descubrimos horrorizados que está a tope de ingleses con los bares y restaurantes típicos de estos sitios lo cual afea un poco este pequeñito pueblo de pescadores.

Día 8: Alvor - Huelva - Madrid
Compras y desayuno en el Pingo para poner rumbo a Huelva donde hemos quedado a comer con mi hermano y Maribel en el puerto, donde visitamos el buque escuela de Mexico antes de comer esa ensaladita de gambas que tanto nos gusta. A la tarde rumbo hacia Madrid y final de nuestras vacaciones.