martes, 6 de octubre de 2020

Cantabria (I)

 Este verano de 2020 tan atípico nos apetecía ir a montaña y aprovechando que nuestro hijo acudía a un campamento en Cóbreles (Cantabria) decidimos quedarnos por la zona. Como conocíamos algunos pueblos de la costa fijamos nuestro destino en zonas de interior, visitando los valles del Río Ansón, valles paniegos y el valle de Cabuérniga entre otros.

Día 1: Madrid - Cóbreces

Llegamos a Cóbreces al mediodía buscando el albergue donde Álvaro se va a quedar durante trece días. Dicho albergue está situado al lado de la Iglesia de San Pedro Advíncula que es la iglesia parroquial de la localidad, construida en estilo neogótico afrancesado entre 1891 y 1894, de color rojo y con vidrieras geométricas de arco apuntado, lo cual resalta con el color amarillo del albergue que está a su lado. Aparcamos la fugo en la parte de atrás de la iglesia que da a un pequeño parque con césped y fuente incluida. Paseamos hasta la playa de Luaña donde se desarrollarán parte de las actividades del campamento de aventura de Abancay. 

Día 2: Parque natural Oyambre - Comillas - Ramales
Después del desayuno nos dirigimos a San Vicente de la Barquera pero hay tanta gente y tantos coches que no conseguimos aparcar así que tras dar un par de vueltas buscando aparcamiento nos volvemos hacia Comillas pasando por el Parque Natural Oyambre que nos sorprende por su zona de marismas y sus bosques. 
De nuevo en Comillas aparcamos la furgo al lado del cementerio de las ruinas góticas situado en el lugar de una iglesia parroquial del siglo XV o XVI que según cuenta la leyenda fue abandonada tras un incidente entre la población y el administrador del Duque del Infantado por unos asientos reservados a los feudatarios de estas tierras. Con el tiempo la parroquia fue utilizada como cementerio e incluso necesitó una ampliación que en 1893 se encargó al arquitecto modernista Lluis Domenech i Montaner que colocó un muro de mampostería alrededor rematado con pináculos y junto al arquitecto Llimona realizó la fachada de acceso y los mausoleos del interior. Limona también realizó la escultura de "El ángel exterminador" que más define la imagen del cementerio. Finalizamos nuestra visita con un paseo por las calles y plazas de Comillas hasta llegar al Palacio de Gaudi, al que no entramos porque ya lo conocíamos. 
Una vez que Álvaro se quedó en el albergue y en apenas una hora llegamos a Ramales de la Victoria sobre las cinco de la tarde y aparcamos en la entrada del pueblo, en el parking del polideportivo. 
Damos una vuelta por el pueblo, llegamos a la Cueva Cullalvera para seguir ascendiendo al monte por la ruta de la Dama Roja, aunque nos equivocamos en un punto y llegamos a la peña El Pando donde se acaba el camino. Desde aquí podemos ver el Pico de San Vicente que nos atrae tanto que desde este momento decidimos que haremos una ruta otro día para llegar hasta él. Regresamos al pueblo ya que se nos está empezando a hacer de noche y se nos acaba el tiempo para seguir investigando en qué punto habíamos perdido el sendero a la Dama Roja; cena en la furgo y a dormir que mañana nos toca carrera.

Día 3: La Gándara - Collados del Asón
Nos levantamos y nos disfrazamos de runners para hacer una ruta corriendo de unos ocho kilómetros por Ramales. Ruta preciosa que tiene sus subidas desde las que se contemplan los paisajes y montañas, para descender y seguir por los barrios de ramales hasta la fábrica de queso, cerca de la cual habíamos pasado la noche. Nos tomamos un café en el pueblo y compramos algo de comida en un mercadillo de la plaza antes de abandonar Ramales para adentrarnos en el precioso Valle del Soba, pasamos por Veguilla y en La Gándara visitamos el centro de interpretación de los Collados del Asón y recabamos información acerca de las rutas de la zona. Después de comer subimos al puerto y descendemos por el collado del Rio Asón para regresar a Ramales por Arredondo disfrutando del valle. Para dormir nos dirigimos hacia el campo de futbol y la piscina municipal donde hay un parque tranquilo y mucho sitio para las campers y autocaravanas.

Día 4: Pico de San Vicente
Desde Ramales y atravesando el pueblo por su calle principal llegamos al salto del oso, barrio que cruza el río Gándara por un puente de piedra para tomar el sendero que supuestamente nos llevará al Pico. Una vez en el sendero todo se complica, ya que no sabemos encontrar un desvío que había que tomar hacia la izquierda, seguimos entonces sendero arriba hasta un punto en el que se pierde entre unas casas y tenemos que atravesar por el medio del monte para conseguir llegar al sendero que según nuestro track discurre un poco más abajo, paralelo al río Gándara. Menos mal que nos encontramos a otra pareja que le había pasado lo mismo y entre los cuatro logramos dar con el sendero de subida al pico. En su parte más alta el camino se hace roca y hay que ir subiendo entre piedras lo cual lo convierte en una subida un poco dura aunque con su merecida recompensa al final, ya que desde el Pico no sólo se ve Ramales sino el mar Cantábrico.

La bajada del pico se hace por la misma ruta entre rocas hasta llegar al barrio de Manzaneda donde encontramos una fuente de agua helada buenísima. En este punto pretendíamos volver haciendo ruta circular bordeando el pico según una ruta que habíamos visto en wikiloc pero nos perdimos durante dos horas entre matojos, pastos, zarzas, saltando vallas... hasta que decidimos volver de nuevo sobre nuestros pasos hasta la fuente y regresar por donde habíamos venido. Casi siete horas andando que se salvaron de convertirse en un infierno cuando al final del sendero nos dimos un baño en el río Gándara, comimos unos bocadillos y descansamos antes de acometer los últimos tres kilómetros que nos faltaban para llegar a la furgo. Habíamos aparcado en la barrio Cubillas junto a los campos de futbol y las pistas de padel, en un lugar precioso junto al río Asón con aparcamiento y un paseo que llega hasta el pueblo de Ramales.

Día 5: Ramales de la Victoria
Decidimos quedarnos un día más en este lugar ya que el sitio donde hemos aparcado nos gusta mucho con su paseo hasta el pueblo, praderas de césped y algunas mesas de merendero. Por la mañana paseo hasta el pueblo para comprar alimentos y por la tarde corremos por el barrio Cubillas antes de la ducha y la cena.







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